sábado, 18 de abril de 2009

Ella...


A veces surge la sensación del encuentro final...
Después de casi toda una vida... Imaginandola, ideándola, sintiéndola, soñandola, acariciandola y lo peor: viéndola en todas partes...


Nace ante mis ojos, pavoneandose de aquí a allá... A veces sola, misteriosa, casi etérea y por lo tanto, algo inalcanzable. Todo es un juego: midiéndola con la mirada y los pensamientos, tratando de descifrar su manera de vivir y ser por su manera de moverse, de gesticular, o por sus simples acciones. "No... Ella no..."


¿Donde estará? Pensar que existe y que también me busca me da una cierta voluntad para mantener la debida "esperanza" ("lo último que se pierde", dicen) y esperar, simplemente esperar, viendo las piedras crecer y el tiempo absorberse por la atmósfera que uno le quiera dar. Simple...


Todo es ilusión, ver para creer que se cree... Está ahí, y su pelo hace ondas con la brisa, a veces callada como una hoja seca. De mirada dulce, y yo de paciencia ya un tanto amarga; es tan perfecta, tan indescriptible. Pequeñamente perfecta... Muchos espacios vacíos en el aire y al final todo vuelve al principio, una simple ilusión efímera como su presencia en mi vida. Y eso es de casi todos los días, por donde quiera que uno la lleve.


Por el momento, a esperar el momento que crea oportuno y seguir con el juego...

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